miércoles, 22 de septiembre de 2010

Lloramos

En muchas ocasiones he visto como las mujeres pueden con sus lágrimas cautivar a mucha gente y las vemos siempre indefensas y con la necesidad de un brazo amigo, o de simplemente querer consolarlas, casi todo el tiempo son ellas las que se llevan de ganar en cualquier juicio o tenencias en divorcios, en el 90% de las ocasiones las mujeres son las víctimas de hombre que las maltrataban y que los querían o maltrataban, y eso es algo justo, el que al fin puedan ser libres de esos tormentos es bueno. Pero nos olvidamos de ese 10% de hombres que son engañados, forzados y definitivamente votados de sus hogares con pretextos tan simples como incompatibilidad de caracteres hombres en realidad que se han fajado y que la vida tal vez no les dio la oportunidad de desarrollarse tal como lo hubieran querido, de esos hay pocos dice el dicho pero los hay.

Conozco a un argentino que siempre viene a llamar del locutorio donde trabajo, lo conozco poco, pero por lo que lo conozco y con las conversaciones que mantiene con su familia allá en Argentina, ya que tiene una voz potente, se ve que es un hombre de carácter fuerte y de ánimos caldeados, pero forjado con acero, es muy trabajador y cumple sus funciones como debe, pues siempre llama informando que realizó los giros necesarios, hasta hace poco sabía que estaba casado, discutía muy a menudo por un asunto de construcción, me supongo que como muchos de nosotros es perfeccionista y que si no puede resolver algo los ánimos se le caldean, sabe resolver sus asuntos, y siempre confronta si ve que hay algo que esta andando chueco, en una ocasión les puso el alto a unos funcionarios de una entidad bancaria que al parecer no le estaba jugando limpio con los pagos de su tarjeta de crédito.

Pero dentro de todo, había algo de lo cual no me había percatado, al parecer ha tenido problemas familiares fuertes, no puedo especular si es con su esposa o con alguna otra persona. Hoy vino después de tiempo, entró como de costumbre a una de las cabinas y comenzó a realizar sus llamadas, habló con varias personas incluyendo su madre, y al final con su esposa, de pronto oí, que ellos se habían separado, y habló de su hijo, y de pronto dijo algo que me rompió el corazón, "maldigo el día en que contesté el teléfono para acceder venir", y después de eso comenzó a romper en llanto, no lloraba a mares, pero sus ojos se enrojecieron y de los lados de sus ojos rodaron grandes gotas de agua, nunca lo había visto así, no quise escuchar más.

Salió del local con los ojos rojos, e hinchados, por tratar de ocultar sus lagrimas. Y si me dio pena, es un hombre que trabaja duro, que cumple con su familia, a venido a un país extraño para sacar a su familia adelante, y se que tiene un carácter duro, y un temperamento muy colérico, pero bueno, muchas veces todo lo demás no es suficiente, y lo vi llorar, como solo los hombres lloran, como todos los hombres que ponemos todo nuestro esfuerzo en lo que hacemos ponemos, y aun así no es suficiente, como solo nosotros que sabemos que así lloramos.

2 comentarios:

  1. no es fácil llegar al corazón escribiendo como tu lo haces

    estaba como frente al mar viendo llegar las olas

    los chicos no lloran, no, que va

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  2. Holaaaaaa!!!
    En primer lugar, quería darte las gracias por tu comentario. Me hace mucha ilusión!!!.
    He leído este post y que razón tienes amigo...
    La verdad es que yo conozco de primera mano cuan injusto es el mundo a veces, sobre todo, con algunos hombres que al separarse, se ven separados de sus hijos por obligación...
    Las leyes están mal hechas y habría que cambiarlas...pero es tan complicado...
    Pero de momento, que personas como tu se atrevan a hablar de estos temas sin tapujos es muy importante, así que desde aquí me quito mi sorbrero y te mando un beso enorme.
    Gracias por todo.
    Besos

    Marisilla

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Habla que el Mar escucha