Es Abril

Y es abril, y el verano ya nos deja viejo amigo; es abril, y el otoño se presenta nuevamente, los escolares ya están preocupados, los exámenes comienzan. Las hojas han empezado a caer, aunque el calor no nos quiere dejar. Es abril y un pensamiento gris cruza nuestra mente, y a veces uno quiere perder, más la vida no permite derrotados, solo hay lugar para luchadores y vencedores.

No hay tiempo de nada, y nadie tiene tiempo, el dinero como siempre se mueve por los aires, y cuando lo no lo tienes tu futuro se desvanece, pero en la vida no hay lugar para derrotados, solo para luchadores y vencedores. Así que ha tocado levantar la mirada, encender el corazón, ha tocado esforzar a la mente, ha tocado exigir al cuerpo, hoy no hay tiempo para lamentos, solo hay tiempo para luchar.

Viejo amigo, es abril, y la neblina besa el suelo, y la melancolía quiere entonar su triste canto, una pelea, un dolor profundo en el corazón. ¡No!, mi amada se aleja, como siempre duele verla alejarse, y con dolor en el corazón, pero la vida no desea perdedores, anhela solo luchadores y vencedores. Ha luchar por empezar de nuevo, por no dejarse vencer por la tristeza, es tiempo de pelear, una vez más.

Es abril viejo amigo, y el otoño nos saluda, y ese frío comienza a calar los huesos por las noches, y el ánimo quiere decaer, pero en la vida solo quedan luchadores y vencedores, los derrotados; los que se han dejado vencer, ya se han ido, y no volverán a luchar, es tiempo de mirar al cielo y pedir ayuda, no hay tiempo para dejar atrás oportunidad, es una lucha por Amor, es una lucha por seguir.

Es abril, y la lucha recién empieza a arreciar, pues la vida es de los luchadores y vencedores; los derrotados ya han sido eliminados; solo queda terminar lo empezado, el llegar a la meta, El conseguir la corona, pues las lágrimas vertidas en soledad, en gozo en la lumbrera se convertirán, y el que pelea por nosotros Vencerá, pues la vida solo acepta luchadores y vencedores; los derrotados ya no están más.

Es abril y solo queda luchar hasta el final, hasta el último aliento, que la lucha recién empieza a arreciar.