Mi querido viejo amigo, hoy me rencontré con otro amigo al cual no veía hace mucho, que no ha estado conmigo hace mucho; revisando viejos papeles y cuadernos que quería botar, me encontré con el viejo diario de Luis Alberto, y encontré sus notas y cartas y pensamientos que dejó impregnados en él, me recuerda un poco mi historia, hemos sido amigos desde que escribí mi primera historia, y muchas cosas en su vida me han servido de inspiración. Hoy transcribiré una de sus notas.
Hoy mis pensamientos me han llevado lejos, a un pasado no muy lejano, pero el cual encuentro muy distante, un pasado que vale la pena recordar, los libros no han importado, la mochila ha viajado de mi cargada espalda hacia un rincón de mi cama, los libros mis eternos captores los he dejado de lado, y una pluma ha servido de acompañante de una hoja de papel, me he sentado al borde de un abismo y me ha mostrado un paisaje conocido.
Es quizás la molestia de no saber mi futuro lo que agobia mi corazón, el cual ha bombeado más fuerte que un tambor, ha estado distante, tan cercana, tan reciente, tan... solo eso, pero nada más, y me he perdido al ver a lo lejos esa silueta conocida, ese caminar inconfundible, no he tenido el valor de acercar la palabra a sus oídos, y tan solo el retorno de una lágrima seca ha quedado.
No, no hay lamentos, no hay sonrisas, solo un vacío, y una brisa que acaricia, el corazón de motores raudos a lo lejos, me han traído a mi destino, me alejan de el nuevamente, una puerta, mi cama, mi mochila surcando el aíre, y ha caído en un rincón de mi cama, con mis libros prisioneros, mis pensamientos esparcidos por los vientos. Hoy no he visto nada más que el recuerdo.
L.A.
Como no compartir sus emociones. Nos vemos viejo amigo.
Un bello homenaje el que haces a tu amigo y un hermoso texto y pensamientos los suyos. Profundos y verdaderos.
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias Verdial... un abrazo, y gracias por pasar por esta playa... los extraño mucho.
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