¡Ah!, mi viejo amigo, es difícil venir a verte, los avatares de esta vida me están volviendo cada vez más ingrato contigo, lo mismo que con Dios, ya casi me he quitado el tiempo de encima, y todo se ha vuelto rutina.
Se que nunca reprochan nada, pero a veces uno se deja llevar por este mundo que va a toda prisa, estuve metido en tantas cosas, y solo me he dejado llevar por el momento olvidándome de aquel que me dio la vida tres veces; la primera, cuando nací; la segunda, cuando acepté el sacrificio de su Hijo en la cruz y me salvó del pecado; y la tercera, cuando enfermé de gravedad y me devolvió la salud.
Debo reconocer viejo amigo que he sido ingrato con nuestro Creador, que es mi Padre, y no he sabido obedecer su mayor mandato, decir a todos que él espera que muchos vengan a sus brazos, y que el sacrificio de su Hijo fue lo mas sublime y lleno de amor que uno pudo ver, porque se despojó de si mismo para ser uno de nosotros...
... He sido ingrato viejo amigo, pero Él siempre paciente, me espera como un Padre amoroso, y yo deseo regresar a Él, a mi Dios, espero que los demás vuelvan a Él...
Hola amigoooooooo
ResponderEliminarTu pide por esa boquita.
Se que tardará y quizá no te llegue en buenas condiciones, pero dime tu dirección y te lo mando. Un regalo para celebrar nuestra amistad.
¿qué te parece?
Un beso.